El cohete misilístico en una fotografía de la web de prensa del Gobierno.
EL CRONISTA Buenos Aires.
De nuevo un comunicado para desmentir una nota de un diario. El ministro de Planificación, Julio De Vido, salió ayer a negar que exista “un acuerdo para fabricar misiles con Venezuela y mucho menos con Irán”. En medio de la polémica por el memorándum de entendimiento con el país persa en el marco de la causa AMIA, la información revelada por La Nación sobre el resurgimiento del proyecto cancelado Cóndor II, con el auspicio de una empresa estatal venezolana sancionada por el Departamento de Estado norteamericano ante la sospecha de estar vinculada a Teherán.
“Es completamente descabellado y perverso pensar que en realidad nuestro país firmó un acuerdo con Irán para avanzar en el esclarecimiento del brutal atentado a la AMIA porque habría oculto un proyecto de misiles a través de Venezuela”, se indignó el ministro.
El funcionario arremetió contra el artículo por estar plagado de “errores y omisiones”. Sin embargo, no desmintió el desarrollo del cohete a cargo de Fabricaciones Militares, bajo la órbita de su cartera.
“Somos un país soberano que no pide permiso para ejercer su derecho de desarrollar la tecnología que considere conveniente, siempre en el marco de las normas y regímenes internacionales”, sostuvo De Vido, al tiempo que calificó de “vergonzosa” la desactivación del Cóndor II en 1990, ante la presión internacional.
El 13 de julio de 2011 se realizó el lanzamiento de prueba del cohete Gradicom II, con la presencia del ministro de Defensa, Arturo Puricelli. “Es el primero en nuestra historia que se lanza con este sistema de cohete de dos etapas y traspasó la barrera de los 100 kilómetros de altitud”, comentó el ministro. Según la gacetilla oficial, en el proyecto “participaron alrededor de 70 ingenieros y científicos argentinos”.
Según la investigación de La Nación, Fabricaciones Militares obtuvo el apoyo de la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares, que tendría contratos ligados al desarrollo de tecnología misilística iraní.
Por el contrario, De Vido sostuvo que los “acuerdos entre Fabricaciones Militares y la República Bolivariana de Venezuela se vinculan a la construcción de una planta de tratamiento y recuperación de proyectiles vencidos y otra de nitrato de amonio”. Y remarcó que “la construcción de misiles no forma parte de esa agenda”.
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